Un embrión humano resulta de la fusión de un óvulo con un espermatozoide. La célula resultante de esta unión se debe dividir numerosas veces para formar por un lado el disco embrionario que dará lugar al feto con todas sus estructuras, y por otro el citotrofoblasto y sincitiotrofoblasto que darán lugar a la placenta y membranas ovulares. El proceso de formación de la placenta termina a las doce semanas de amenorrea.. La placenta es el órgano encargado desde el segundo trimestre de aportar nutrientes al embrión, producir hormonas necesarias para el mantenimiento de la gestación y de servir de barrera entre el medio materno y fetal. |
Placenta previa
Su incidencia varía en relación a la paridad, se da en una por cada 1500 nulíparas y en una de cada 20 grandes multíparas. Las causas son desconocidas, pero los trastornos en la vascularización del miometrio o las lesiones del endometrio y/o miometrio o una ovulación tardía son factores de riesgo para esta alteración. Asimismo, es más frecuente en pacientes con antecedentes de legrado y de cesárea. Clínica La edad media del diagnóstico son las 32 semanas. Sin embargo, en un tercio de las pacientes se detecta antes de la semana 30 y otro tercio adicional después de la 36. Diagnóstico El diagnóstico definitivo se obtiene con la ecografía vaginal, que supera a la abdominal en la precisión diagnóstica. Un dato importante es que las placentas en el curso de un embarazo cambian su relación con el orificio cervical debido al tardío desarrollo del segmento uterino, lo que hace que los diagnósticos de placenta de inserción baja al principio de la gestación no signifique que posteriormente se tenga una placenta previa, al final del segundo trimestre. Tratamiento Si la paciente está en una etapa precoz del embarazo en muchos casos se puede esperar. En esos casos la paciente debe permanecer en reposo en cama y se deben administrar corticoides para madurar los pulmones fetales por si surge la necesidad de terminar la gestación. Si la paciente además presenta amenaza de parto prematuro hay que individualizar en que casos se intentará detener las contracciones y en que casos se optará por finalizar la gestación. Si está cerca del término, la finalización de la gestación es el tratamiento de elección. La cesárea se debe emplear en casi todos los casos salvo en algunos muy concretos como en fetos muertos o con grandes malformaciones, partos de grandes inmaduros, o presentaciones muy encajadas. Acretismo Placentario Cuando la placenta se forma, en situación normal, solo penetra en la decidua (y además exclusivamente en su porción más superficial). De esta forma cuando en el parto el feto sale de la cavidad uterina, los tejidos placentarios son desprendidos gracias a las contracciones uterinas. Si la placenta está muy adherida, esta no se desprenderá espontáneamente. El problema en el alumbramiento será tanto mayor cuanto más profundo sea el grado de penetración. Así tenemos las placentas ácretas, íncretas y pércretas. La clínica del acretismo placentario es que la placenta no se desprende espontáneamente y que la gestante empieza a sangrar en mayor o menor cuantía. En ocasiones si no conseguimos extraerla con la mano, maniobra que requiere a veces la anestesia general, necesitaremos hacer un legrado e incluso en algunas ocasiones raras quitar el útero, intervención que se denomina histerectomía. |
Desprendimiento prematuro de placenta.
Introducción Causas y factores de riesgo La hipertensión, tanto en sus formas severas como en las más leves, está presente en casi el 50% de los casos. Los traumatismos abdominales también se han relacionado con este cuadro. Pero hay que precisar que estos deben ser de gran intensidad para ocasionarlo, por ejemplo, los producidos en los accidentes de tráfico, sobre todo si la placenta está inserta en la cara uterina anterior. Las técnicas invasivas como la amniocentesis o la descompresión brusca del útero, en los casos de hidramnios severos, pueden ser el origen de este cuadro. También puede producirse un desprendimiento prematuro en situaciones en las que no existe ninguna causa evidente. Los hábitos tóxicos como el fumar y el uso de cocaína también se relacionan con el aumento de la incidencia de desprendimiento. Por último es importante indicar que el antecedente de un desprendimiento placentario multiplica por 10 las posibilidades de que en sucesivos embarazos este cuadro recidive. Clínica En ocasiones, debido al despegamiento de las membranas por la sangre que se encuentra a presión entre el útero y la placenta, el líquido amniótico se tiñe con un color parecido al vino. La importante pérdida sanguínea en la mujer, aunque ésta en gran parte no se exteriorice, puede dar lugar a shock, fracaso renal y alteraciones de la coagulación por consumo. En cuanto a las repercusiones en el feto suelen estar en relación con la superficie desprendida y son la anoxia e incluso muerte fetal. Tratamiento Si el desprendimiento es muy leve se puede permitir un manejo expectante, con un control estrecho materno y fetal. El parto puede ser vía vaginal, aunque si la dinámica no es coordinada a pesar de la oxitocina, hay sufrimiento fetal o aparece una intensa hemorragia, la cesárea debe ser inmediata. En los casos graves la finalización del embarazo, de la manera más rápida es el tratamiento de elección. La cesárea es la forma más segura. Aunque siempre contando con los trastornos hemodinámicos que hacen que el estado de estas gestantes no sea el mejor para una intervención quirúrgica. Por todo lo anterior, se deben preparar como mínimo tres unidades de hematíes, se deben obtener muestras de sangre para estudios hematológicos y de coagulación ,y se repetirán con frecuencia hasta que la paciente se encuentre estabilizada. |
2008
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